He podido consultar en el Archivo del Museo Zabaleta[i]
(Quesada –Jaén–) una entrevista realizada a Rafael Zabaleta por Juan Esplandiú[ii]. Ignoro
en qué medio periodístico fue publicada y la fecha exacta de publicación, pero
sin duda corresponde al momento de la exposición de Zabaleta en el Museo
Nacional de Arte Moderno de Madrid (1951).
Resulta muy interesante conocer la opinión de
Zabaleta sobre “cuándo empezó a ver por su cuenta”, es decir, sobre cuándo empezó
a romper con el academicismo: «En un viaje a Ávila. Castilla me reveló lo que
habría de hacer. Azorín me sirvió de mucho».
Por otra parte, el pintor nos revela su opinión
sobre la I Bienal Hispanoamericana de Arte (1951), una iniciativa oficial que
supuso el freno al proteccionismo académico imperante y una apertura a la
creación internacional, si bien acabaría convirtiéndose en una manifestación
propagandística del Régimen franquista, lo que provocaría virulentas polémicas en
España y boicoteadoras muestras “contrabienales” en París y algunas capitales
americanas. Zabaleta no elude en sus respuestas referirse a todo ello, aunque
lo haga con su habitual discreción y cautela, como señala al principio el
propio entrevistador: «Si no se desvirtúa la primitiva iniciativa en su
inteligente visión, creo que, en efecto, los valores más representativos de
España y América acudirán a este gran certamen».
Destacaré por último un comentario que el
entrevistador hace casi de pasada y que, aunque aparentemente irrelevante, resulta
muy revelador: «De vez en vez se da un garbeo por Madrid y se vuelve a su
pueblo, después de contar a los amigos cosas
espeluznantes de su tierra». Hubiera sido realmente interesante que Juan
Esplandiú nos dijera a qué “cosas espeluznantes” se refería.
Veamos la entrevista completa:
Foto y pie de foto incluidas en la entrevista publicada en prensa
El
pintor ZABALETA
sale
un momento de su caparazón y nos dice a quién admira más,
pero
no a quién admira menos
Menudo, nervioso, con poco más de cuarenta años; con
ligero deje andaluz, que ahorra en su escasa conversación, Zabaleta contesta a
nuestras preguntas. Está un poco escamado. Quiere ser cauto y no pecar por
palabra de más.
Ha traído a esta Exposición del Museo de Arte
Moderno más de sesenta obras entre óleos y dibujos en tinta. Telas polícromas,
algunas, como tapices; otras, dramáticas, hondas, alucinantes.
Zabaleta vive en Quesada, provincia de Jaén, donde
pinta la mayor parte del año. De vez en vez se da un garbeo por Madrid y se
vuelve a su pueblo, después de contar a los amigos cosas espeluznantes de su
tierra. Tiene una gran personalidad este pintor y agricultor.
Al pedirle que nos diga desde cuándo pinta, nos
contesta que desde que era “así”:
–
Tendría tres años.
Luego, ya de mozo, viene a la Escuela de
San Fernando. Pintaba como todos, con arreglo a las normas académicas.
–
¿Cuándo
empezaste a ver por tu cuenta?
–
En un viaje a Ávila. Castilla me reveló
lo que habría de hacer. Azorín me sirvió de mucho.
–
¿Qué
pintores han influido en ti?
–
Velázquez, el Greco, Zurbarán, Picasso…
–
De
todos, ¿a quién admiras más?
–
Al Greco.
–
¿Y
de los contemporáneos?
–
A Picasso.
–
¿A
quién admiras menos de los actuales pintores españoles?
Zabaleta se repliega cauto. No quiere
contestar.
–
Los
críticos opinan con entera libertad de ti. ¿Qué opinas tú de ellos?
–
Debo mucha enseñanza y no menos estímulo
y confianza al maestro Eugenio d’Ors. Creo, por otra parte, que se ha avanzado
mucho en el campo de la crítica. Los críticos de ayer hacían literatura. Los de
esta última generación calibran más certeramente los valores.
–
¿Crees
en la posibilidad de hacer una gran manifestación del arte actual por medio de
la anunciada Bienal de Arte Hispanoamericano?
–
Si no se desvirtúa la primitiva
iniciativa en su inteligente visión, creo que, en efecto, los valores más
representativos de España y América acudirán a este gran certamen.
–
¿Acudirás
tú?
–
Naturalmente, si subsiste el espíritu y
orientación a que me he referido. Lo mismo creo que harán mis compañeros de
España y América.
–
¿Dónde
te gustaría más pintar: en Madrid, en Quesada o en París?
–
Teniendo tranquilidad de espíritu, en
cualquier parte. El caso es pintar.
–
¿Prefieres
vender los cuadros o guardarlos?
–
… Vender. Los cuadros deben ir a los
hogares, a las colecciones y a los Museos.
–
¿Qué
proyecto tienes para después de esta Exposición?
–
Volver a Quesada. Hay que superar lo
hecho hasta ahora.
–
¿Y
en el futuro?
–
Pienso exponer en París y en Buenos
Aires.
Dirijo
otras preguntas a Zabaleta. Las piensa y no contesta. Se encoge, se mete en su
caparazón y desaparece.
JUAN
ESPLANDIU
[i] Agradezco a la
Dirección del Museo las facilidades que siempre me ofrece para consultar la
documentación de su archivo.
[ii] Juan Esplandiú (Madrid,
1901-1978) fue dibujante, ilustrador, acuarelista y pintor paisajista de Madrid.
Compartió tertulia con Zabaleta en el Café Gijón. Ilustró el libro de Fernando
Chueca El semblante de Madrid (Revista
de Occidente, 1951) junto a Benjamín Palencia, Agustín Redondela, Eduardo
Vicente y el propio Zabaleta.
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