El
pintor Rafael Zabaleta Fuentes (Quesada -Jaén-, 1907-1960) es uno de los
artistas españoles más relevantes de mediados del pasado siglo. Su amplia obra
figura en numerosos museos y colecciones particulares, y una buena muestra de
ella puede disfrutarse en el Museo Zabaleta de su pueblo natal.
El
objeto del presente trabajo es dar a conocer, mediante documentos de la época,
la vinculación de Zabaleta con la zona de Guadix y Baza y la labor que allí
realizó durante el año 1938, destinado en comisión de servicio por la Junta
Central del Tesoro Artístico “con el fin
de atender urgentes necesidades de la Junta Delegada del Tesoro Artístico de
Granada”[1].
El
estudio del expediente completo del procedimiento sumarísimo de urgencia nº
44.958, instruido a finales de 1939 contra Rafael Zabaleta por el Juzgado
Militar número 7 de la Auditoría General del Ejército del Sur, nos permite
conocer con bastante detalle las actividades del pintor, ya que en él figuran interesantes
testimonios de diferentes personas de Baza, Guadix y Huéscar. Zabaleta utilizó
dichos testimonios para defenderse de las acusaciones vertidas contra él por
Antonio Ortiz Jiménez, alias “Bergante”, que desencadenaron el procedimiento
antes citado por el presunto delito de rebelión.
Dichas
acusaciones, infundadas y maliciosas sin duda alguna, hacen referencia
precisamente a su labor en Huéscar, Guadix y Baza:
«El citado
sujeto perteneció al Sindicato Universitario de F.U.E[2], extremista peligroso,
le sorprendió el Glorioso Movimiento en Quesada (Jaén), de donde tuvo que huir
por un asunto de la peor inmoralidad de familia, marchó a Jaen y de aquí a
Valencia donde se presentó a su paisano catedrático […] D. Juan de Mata
Carriazo y Arroquia (actualmente en Sevilla con domicilio en la calle
Valparaíso nº 9), el que lo enchufó en el Ministerio de Propaganda, como pintor
y de aquí no pareciendole bueno el enchufe, lo metió en la Junta del Tesoro
Artistico y en éste puesto ha saqueado los mejores, mas antiguos y valiosos volumenes
y objeto de las catedrales de Huercal[3] y Guadix (Granada), en
esta ocupacion, movilizaron su quinta y dias antes se ofreció voluntario a la
Comandancia General de Ingenieros de Baza, (Granada), como dibujante y
delineante. En este ultimo punto le sorprendió el derrumbamiento del Ejercito
Rojo y al ser conducido por las fuerzas Nacionales a Granada en la Estacion de
Moreda en un descuido, abandonó el tren y a campo traviesa se trasladó a
Quesada (Jaen) donde su actuacion solo era conocida por persona que lo han
tapado debido a sus cargos, y de donde salió (ya avalado) para el Campo de
Concentracion de Santiago de Calatrava y facilmente escapó libre, encontrandose
en la actualidad en el pueblo de su naturaleza y en el domicilio indicado.
Estos datos han sido facilitados por el vecino de Quesada (Jaen), Antonio Ortiz
Jiménez (a) Bergante.»
Ante
tan graves acusaciones, Rafael Zabaleta (detenido en Madrid el 1 de diciembre
de 1939 y encarcelado posteriormente en Madrid y en Jaén hasta que fue
sustituido su confinamiento por la prisión atenuada en su propio domicilio) se
defendió con alegaciones como las siguientes, naturalmente muy condicionadas en
sus términos por las duras circunstancias de su situación y del momento[4]:
«… la verdad es
que me sorprendió cuando deambulaba por Valencia la disposición del Gobierno
Rojo de que todo ciudadano tenia que poseer carta de trabajo y entonces le pedí
a mi paisano Juan de Mata Carriazo[5] que tenia cargo en la
Junta del Tesoro Artistico me proporcionara dicha carta para no sufrir
detencion por indocumentado, asi lo hizo agregandome a la seccion de Archivos y
Bibliotecas de la Junta del Tesoro Artistico de Valencia, como obrero sin
sueldo, los documentos que presento […] demuestran la verdad de mi situación al
dar cuenta de mi completo estado de indigencia en aquella epoca.
Sobre el saqueo
de Catedrales y Archivos, esta monstruosa falsedad[6] la desmiente por
completo los documentos antes citados y otro de varios señores de Guadix y del
Ilustrisimo Cabildo Catedral de dicho pueblo, de las 24 horas que estuve en
Huescar de paso para Guadix en Enero del año 1938, presento documento del Alcalde
de dicho pueblo demostrando estar la Iglesia Mayor convertida en prision y por
desgracia todo destruido menos unos cuadros que D. Juan Contreras en otro
documento hace mencion y que el logró salvar […].
Que al llegar a
llamar mi quinta ingresé subrepticiamente como voluntario en el servicio de caminos
de la Comandancia de Ingenieros de Baza, rechacé un ascenso a sargento y estuve
como siempre en contacto con destacados Nacionalistas escapando de milagro de
las garras del S.I.M.[7] como demuestran los
documentos de la Guardia Civil de la Comandancia de Granada D. Jose Rodriguez,
el de D. Pedro Jiménez y el de falange Local.
Que al
liberarse Baza cooperé a los servicios de orden y por entender que el lugar de
presentación tenia que ser mi pueblo por ser el sitio de mi residencia y en el
que estaba al iniciarse el G.M.N. y no recibir orden nacionalista contraria, a
el me dirigí siendo falso me escapara siendo conducido por fuerzas Nacionales
como dando a entender reuia la accion de la Justicia, ya que lo primero que
hice al llegar a mi pueblo fué presentarme a la Comandancia del sexto Batallon
de Granada, fuerzas que liberaron Quesada, como lo demostraran sus libros y el
documento del Teniente de Alcalde de dicho pueblo.»
Veamos ahora algunos de los testimonios que avalaron la
actuación de Zabaleta en Huéscar, Guadix y Baza, todos ellos también
condicionados indudablemente por las circunstancias políticas e históricas
(véase nota 3), pero muy interesantes para conocer la magnífica labor de
protección y defensa del patrimonio cultural y artístico que el pintor realizó
en esta zona:
- D. Juan Contreras
Ferrer, maestro nacional de la escuela graduada de Huéscar dice textualmente en
un documento fechado el 16 de enero de 1940: «es absolutamente falso que (Rafael Zabaleta) tomara parte en el saqueo de los cuadros de la citada Iglesia (la
Iglesia Mayor de Huéscar) ocurrido en el
mes de Julio de 1936 al iniciarse el Glorioso alzamiento». Y D. Manuel
Rodríguez Penalva, Alcalde de Huéscar (9-1-1940) manifiesta igualmente que el
saqueo de la Iglesia Parroquial de Santa María ocurrió «en los primeros días del mes de agosto del año mil novecientos treinta
y seis» y que «en el mes de enero del
año mil novecientos treinta y ocho ya se utilizaba por los rojos como prisión.»
- D. José Rodríguez Valenzuela, guardia civil de la Comandancia de
Granada, certifica textualmente (2-1-1940) «que
durante el periodo rojo, conocí en Baza (Granada) a Don Rafael Zavaleta
Fuentes, natural de Quesada (Jaen) y que en todo momento demostró su afeccion
al Glorioso Movimiento Nacional, siendo admitido en nuestras reuniones
clandestinas para oir la Radio Nacional, y adiarimente propagar sus noticias
[…].
Que dicha
reunion integrada por Don Salvador Rodríguez Aguilera natural de Quesada
oficial de Prisiones en la citada Ciudad de Baza, Faustino Ycue, natural de
Estella Navarra, el Sargento de Carabineros Señor González López, que se
encuentra en la actualidad en Almuñecar (Granada) y el que suscribe; llegó á
oidos del S.I.M. dicha reunión, que al no poderla sorprender me detuvo, y en su
Checa me sometió a torturas para arrancarme el nombre de los reunidos entre
ellos el Señor Zavaleta, que no pudieron conseguirlo, salvándose así mis amigos
de un peligro sierto.
Que al salir yo
de la Carcel, por liverarse la Ciudad de Baza, […] marchó a su pueblo, por
Ferrocarril por no haber otro medio de locomoción.»
-
D. José Segura Fernández, Secretario de Falange Española Tradicionalista y de
las J.O.N.S. de Baza certifica asimismo (8-1-1940) «que he conocido y tratado durante su estancia en Baza al camarada
RAFAEL ZABALETA FUENTES natural de Quesada (Jaén) y tanto en su trato como en
su comportamiento demostró desde el primer momento ser persona de orden y
afecta a nuestro Glorioso Movimiento
Tomando parte en
las reuniones y espansiones con que celebrábamos las victorias del Ejercito
Nacional»
-
D. Pedro Jiménez Montoya, natural y vecino de Baza, estudiante de Ciencias
Exactas, ex delegado de prensa y propaganda del S.E.U. en Baza y perteneciente
a Falange, también declara (8-1-1940): «que
he convivido con Rafael Zabaleta Fuentes natural de Quesada (Jaén) durante la
época de dominación roja en Baza (Granada), demostrándome éste siempre en su
trato tener buenos sentimientos religiosos, así como ser completamente adicto a
la causa del Glorioso Movimiento Nacional.
Constantemente
me informaba de los avances del Ejército del Generalísimo, contribuyendo además
a la desmoralización de oficiales y soldados del felizmente derrotado Ejército
rojo.
Demuestra su
repugnancia hacia los rojos, el hecho de que al proponerle un ascenso a
sargento a los pocos días de ingresar en el Ejército, lo rechazó a pesar de las
ventajas del nuevo empleo desde el punto de vista económico y el peligro que
suponía rechazarlo por su condición de hombre de derechas.»
- D. Florián López
Abellán (farmacéutico), D. Manuel Fernández Morera (profesor de literatura de
la Academia Nuestra Señora de las Angustias), D. Jesús Valverde Gómez (fotógrafo),
D. Aureliano del Castillo Sánchez (Director de la Escuela de Artes y Oficios),
D. Juan López Gómez (Secretario del Cabildo de la Catedral) Y D. Francisco
Vargas Roda (Presidente del Cabildo de la Catedral), todos ellos en Guadix, certifican
textualmente en un mismo documento (5-1-1940):
«Que D. Rafael
Zabaleta Fuentes, natural de Quesada (Jaén) estuvo en esta Ciudad en los meses
de Enero, Febrero y Marzo del año 1938 con una misión del Tesoro Artístico,
consistente en guardar y conservarlo existente en esta Ciudad y que
efectivamente asi lo hizo evitando la total destrucción de tal riqueza
artistica y documental:
Recogió y
ordenó por legajos los restos del Archivo Biblioteca de esta S.I.C. que se
encontraan en una habitación completamente rotos y dispersos por el suelo entre
pajas y excrementos.
Que igual hizo
con el Srchivo de la Contaduría de dicha S.I.C. que se encontraba en las mismas
condiciones que el anterior.
Que por tener
conocimiento de que los elementos dirigentes rojos tenian intención de
convertir en pasta de papel el Archivo del Palacio Episcopal, habilitado
entonce de Alcaldía, lo evito trasladando dicho Archivo a la Catedral.
Que para evitar
la total destrucción del coro del repetido Templo tapió la parte delantera del
mismo y sus cuatro puertas de acceso[8].
Que por estar
todas las Iglesias de esta Ciudad dedicadas al servicio de los rojos u
encontrarse en ella algunos cuadros para evitar su desaparición o destrucción
los trasladó y guardó en una de las habitaciones de más seguridad de la
Catedral.
Que también
evitó el total saqueo de la Biblioteca del Seminario, haciendose cargo de la
llave de la misma.
Que al
marcharse de esta Ciudad, hizo entrega de todo lo existente al vecino de esta
Rafael Sanchez Morera, encargado de guardarlo depositado en la Catedral.»
Por
otra parte, un informe que se conserva en el Museo Zabaleta de Quesada[9] y que
firmó en torno a los años 80 D. Francisco González Jiménez, Teniente Asimilado
del Cuerpo de Ingenieros y afecto a la Comandancia General de Ingenieros del
Ejército de Andalucía (Baza) durante la guerra civil española, nos facilita
nuevos datos de interés sobre las actividades allí realizadas por Rafael
Zabaleta:
«En Febrero o
Marzo de 1938, fui encargado de construir un puente estratégico en el río
Guadiana Menor, entre Zújar y los Baños de Zújar, para unir la carretera que
conduce a Pozo Alcón (Jaén).
Mi residencia
era Baza, aunque todas las mañanas las pasaba en las obras del Puente, donde
trabajaban unos cien obreros militarizados. Dormía en una casa particular de
Baza, en donde conocí al Administrador de la Tabacalera, cuyo apellido recuerdo
que fonéticamente era Sr. Bipe o Byped o Bipet. Este Sr. me facilitaba tabaco
abundantemente cada vez que le pedía, y de la mejor calidad y al cabo de un mes
o dos me dijo, que ya que me daba todo el tabaco que le pedía y conociendo mi
modo de pensar, se atrevía a pedirme un favor, pues se trataba de un amigo
suyo, que le habían movilizado hacía dos meses y que estaba sin poder salir a
la calle por temor a que lo detuvieran al no haberse presentado al Centro de
Reclutamiento para su incorporación al frente. […]
Ante la
petición del Sr. Biped, le dije que tendría que consultar con mi Jefe, el
Comandante del Servicio de Caminos de dicho Ejército de Andalucía, cuya
profesión era Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos[10], pero le anticipé que
seguramente lo podría complacer, dado que tenía con él bastante amistad […]
Ese mismo día,
le hablé a mi Jefe y le pedía me autorizase a llevarme a un recomendado de un
amigo, pero no le dije que estaba ya movilizado y le pareció bien y me dijo que
en la primera revista de Comisario lo incluyese junto a la demás tropa, cosa
que en realidad legalmente no se podía hacer, pues el personal que tenía era de
quintas no movilizadas para el frente, pero a pesar de ello, todos metíamos de
esa forma a nuestros compromisos […]
Aquella misma
tarde vi al Sr. Biped y le dije que se podría venir conmigo a la oficina de
mando que tenía en el Puente y al día siguiente a las nueve de la mañana tuve
necesidad de resolver un asunto con mi Jefe y fui a la Comandancia y venía
conmigo el Sr. Zabaleta, al que le presenté. Le preguntó mi Jefe qué sabía
hacer y él le dijo que era dibujante, y le sorprendió y dijo, ¡pues entonces se
queda V. conmigo, pues necesito delineantes o calquistas como se les denominaba
en aquellas circunstancias, y así quedó colocado, pero siempre, hasta el final
de la guerra, figuraba entre el personal de mi compañía de Carreteras.
[…] En la Comandancia de Ingenieros de Baza, donde tenía que ir con frecuencia, […] lo veía cada vez que iba, y en una temporada, hacia el verano de 1938, lo veía en el despacho del Comandante, que le estaba haciendo a este Sr. un retrato al óleo de unas medidas aproximadas de 1’20 de alto por 0’60 de ancho, por cierto, cuando lo estaba terminando, le dijo el Comandante que le pusiera al fondo de la ventana que figuraba en el cuadro, un molino de viento, pues este Sr. era de la Provincia de Albacete y le apasionaban los molinos de viento.
Sobre de una carta dirigida por Alfonso Cavallé a Rafael Zabaleta |
[…] En la Comandancia de Ingenieros de Baza, donde tenía que ir con frecuencia, […] lo veía cada vez que iba, y en una temporada, hacia el verano de 1938, lo veía en el despacho del Comandante, que le estaba haciendo a este Sr. un retrato al óleo de unas medidas aproximadas de 1’20 de alto por 0’60 de ancho, por cierto, cuando lo estaba terminando, le dijo el Comandante que le pusiera al fondo de la ventana que figuraba en el cuadro, un molino de viento, pues este Sr. era de la Provincia de Albacete y le apasionaban los molinos de viento.
Una vez que le
terminó el retrato, mi Jefe me lo mostró y también un dibujo de Zabaleta, de
unas medidas de unos 40 cms. de ancho por unos 25 de alto, que era un Clavileño
y un Quijote desmantelado figurando que eran de madera, dibujo al óleo, muy
original; estos dos trabajos de Zabaleta[11] los he visto en
Madrid en el domicilio del Ingeniero que fue mi Jefe hace poco más de un año y
estos cuadros han estado en Méjico, a donde se marchó el citado Ingeniero …»
A la vista de todos estos documentos, podemos concluir que el año 1938
en tierras de Bastetania supuso para Rafael Zabaleta una dura experiencia, pero
su estancia allí le permitió realizar una importante labor de protección y
salvamento del rico patrimonio artístico y documental de la zona, lo que lo
vinculará para siempre a Huéscar, Guadix y Baza.
[1] Durante la guerra civil, la Junta
Central del Tesoro Artístico dirigió las tareas de reagrupamiento de obras de
arte procedentes de iglesias, museos, etc., la protección de monumentos frente a
los bombardeos y, sobre todo, la evacuación de centenares de obras procedentes
del Museo del Prado, Palacio Real, El Escorial y otros museos e instituciones
desde Madrid a Valencia. Timoteo Pérez Rubio, como
Presidente de la Junta Central del Tesoro Artístico, firmó el 27 de
diciembre de 1937 en Valencia el acuerdo por el que se traslada a Rafael
Zabaleta a Guadix « con el fin de atender
urgentes necesidades de la Junta Delegada del Tesoro Artístico de Granada ».
[2] Federación Universitaria Escolar. Era una organización
donde tenía cabida toda la masa estudiantil de izquierdas.
[3] Indudablemente
se refiere a la localidad de Huéscar (Granada).
[4] Este
documento de descargo (que aquí aparece transcrito parcialmente) es, como
señala Cesáreo Rodríguez Aguilera, «una
expresión penosa de temor y humillación, con exaltación de valores que él no
hubiera exaltado en circunstancias normales.»
[5] El
profesor Juan de Mata Carriazo y Arroquia (Jódar, 1899-Sevilla, 1989) vivió de
niño en Quesada, donde su padre era juez municipal. Estudió el bachiller en
Jaén y la Licenciatura de Filosofía y Letras en las Universidades de Granada y
Complutense de Madrid. En 1927 consiguió la Cátedra de Historia Antigua y
Medieval en la Universidad de Sevilla, que ejerció hasta su jubilación a los 70
años. En 1983 fue nombrado Hijo Predilecto de Jódar. Sevilla lo hizo Hijo
Adoptivo en 1985. La Junta de Andalucía, en 1987, lo nombró Hijo Predilecto de
Andalucía.
[6] Es
evidente que Rafael Zabaleta pone especial énfasis en desmentir esta “monstruosa falsedad”, lo que demuestra
que este punto de la acusación le debió resultar especialmente grave, injurioso
e indignante.
[7] Servicio
de Investigación Militar, creado en agosto de 1937. Tras el estallido de la
guerra, los servicios del gobierno republicano se reorganizan, y se crea el Servicio de Investigación Militar (SIM),
dedicado a seguridad interior y contraespionaje, el Servicio de Información Especial Exterior, dedicado al espionaje
exterior, y el Servicio de Información
Especial Periférico SIEP, dedicado a infiltrarse en la zona nacional.
Los centros de detención del S.I.M. fueron conocidos con el nombre de «chekas»
(abreviatura de las palabras rusas Chreswychainaya Konissiya, que significan “comisión
extraordinaria”).
[8] En la
Catedral de Guadix pueden todavía observarse los restos de la obra de tapiado
de las puertas del coro realizada por Zabaleta.
[9] Se
trata de un documento mediante el cual el teniente González narra a Cesáreo
Rodríguez Aguilera sus recuerdos sobre Zabaleta en Baza (1938). Rodríguez
Aguilera debió pedirle esta información para incluirla en su libro Zabaleta de Quesada. Del Pueblo a la Modernidad
(Àmbit Serveis Editorials, Barcelona, 1990).
[10]
Aunque el teniente González no lo cita por su nombre, debe tratarse del
comandante D. Enrique Crovetto.
[11] Las
dos obras a las que se refiere el teniente González siguen sin catalogar, ya
que no se han podido localizar de momento. Sí están catalogados, en cambio,
otros dos óleos que Zabaleta pintó en Baza por aquellas fechas: «Paisaje de
Baza» y «Paisaje de Zújar» (este último representa precisamente el puente sobre
el Guadiana Menor que estaba construyendo el teniente González).
Por otra parte, cuando el pintor fue detenido en Madrid el 1
de diciembre de 1939, la Guardia Civil le incautó una colección de dibujos que
no han vuelto a aparecer, y es muy probable que muchos de ellos fueran
realizados en Guadix y Baza.
Refiriéndose precisamente a estos dibujos, su amigo Alfonso
Cavallé, en una carta fechada el 6-10-1938 en el 4º Batallón de Transmisiones
de Almagro, donde estaba destinado, y dirigida a Baza, le dice textualmente): «…veo que a pesar de la guerra sigues
teniendo más de pintor que de soldado, o si se quiere soldado-pintor […] según
veo por el casi inventario que me haces de tus últimos trabajos. ¡Cuánto daría
por poder estar ahí a tu lado viendotelos pintar como en mejores días! Tienes
razón: en la hora presente es mejor dedicar la atención a la pintura o mejor al
dibujo periodístico, o sea, del momento. La pintura, o mejor la Pintura, como
tu la sientes y yo también requiere otras circunstancias […] Y por otra parte
aquellos dibujos impresiones son, conservados, con su vitalidad, elementos
excelentes para integrarlos en una obra de peso, para tratar de hacerles pasar
de lo efímero a lo permanente. Claro que ésto en su día. Lo importante es
conservar siempre un espiritu atento…»
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