El 13 de junio de 1960 Manuel García Viñó, secretario adjunto del Ateneo de Madrid, escribió a Rafael Zabaleta una carta en la que le urgía a responder tres preguntas relativas al pintor Diego Velázquez. El 6 de agosto se cumplían trescientos años de la muerte de Velázquez, y ese sería posiblemente el motivo por el que García Viñó tenía prisa por recibir las respuestas de Zabaleta, que seguramente pretendía incluir en algún artículo relacionado con el pintor sevillano o en alguno de los homenajes que se organizaron con motivo de ese tercer centenario de su muerte.
Al dorso de la carta de García Viñó, Zabaleta
escribió a mano sus respuestas. Ignoro si llegó a enviarlas, pues pocos días
después falleció. Es probablemente la última reflexión sobre arte que Zabaleta
escribió, lo que añade un contenido emotivo al interés que sus palabras tienen
en sí mismas.
Llama mi atención la forma en se refiere a los años de su infancia muy poco antes del final de su corta vida. Recordando sin duda sus primeros óleos infantiles (velazqueños) realizados sobre restos de telas, escribe: «(Velázquez) ya en mi infancia era mi pintor preferido, y actualmente es el que más me recuerda aquella época de mi vida. Esto es: la magia».
Estos son los documentos:
Carta de Manuel García Viñó a Rafael Zabaleta |
Respuestas de Rafael Zabaleta manuscritas al dorso de la carta |
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