Una agenda de direcciones y teléfonos es evidentemente un documento de uso estrictamente personal. Por ello, la agenda de Rafael Zabaleta es una fuente fundamental para conocer sus “contactos” e incluso para situarlos cronológicamente en la vida del pintor. En numerosas ocasiones sorprende encontrar en las entradas correspondientes a algunos de esos “contactos” porque corresponden a personas relevantes de las que casi nunca se habla en las biografías del artista, lo que por otra parte no es de extrañar dada la lógica cautela con la que Zabaleta llevaba sus amistades fuera de su pueblo natal, especialmente cuando esas amistades tenían un claro compromiso con la lucha democrática contra la dictadura.
Veamos a continuación algunos de estos casos:
JOSÉ ANTONIO NOVAIS.
La última entrada que aparece en la letra N de la agenda de Rafael Zabaleta, y por ello deduzco que corresponde a los últimos años de su vida, es la siguiente: “Jose Antonio Novais. Alcala 183. Madrid. T. 556168”.
José Antonio Novais Tomé (Madrid, 30-4-1925 – El Puerto de Santa María, 25-3-1993) fue un periodista español, hijo del periodista portugués y jefe de prensa de Manuel Azaña Joaquim Novais Teixeira. Célebre por sus reportajes sobre la situación política española bajo el régimen franquista, José Antonio Novais informaba al mundo de lo que ocurría en España bajo la dictadura, lo que lo convirtió en un elemento indeseable para el Régimen.
No disponemos de otra documentación que nos permita conocer la relación entre Novais y Zabaleta, pero algunos testimonios sobre el periodista nos pueden dar alguna pista. Así, Pedro García Cuartango escribía en el diario El Mundo el 9 de julio de 2016[1]:
Cuando la prensa estaba censurada y el régimen silenciaba cualquier acto de oposición, muchos teníamos que recurrir a las crónicas de Novais en Le Monde para saber lo que pasaba en este país. Fue detenido en varias ocasiones y Fraga le quitó el carnet de prensa tras amenazarle de expulsión. Pero él siguió cumpliendo con su obligación.
[…] Novais vivía con su mujer en un pequeño apartamento de una casita de colores de cuatro pisos en la Avenida de la Moncloa […]. La vivienda era minúscula y el salón, donde había una televisión y un tresillo, se llenaba de gente que acudía para pedirle o darle información y disfrutar de su compañía.
[…] Novais estaba vigilado por la policía secreta y recibía avisos intimidatorios, pero nunca tuvo miedo. Hizo su trabajo hasta que Le Monde decidió prescindir de sus servicios en los años 80.
[…] Novais no sólo informaba de lo que estaba prohibido, hacía también de contacto de la oposición con el exterior y ayudaba a la gente perseguida por el régimen. Su casa estaba abierta a tirios y troyanos.
Soy testigo de que vivía muy modestamente, yo diría que de forma espartana, y de que carecía de propiedad alguna. Su única dedicación era relatar al mundo lo que pasaba en España y otros no podían contar.
Y el día después de la muerte de Novais. Miguel Ángel Aguilar escribía en El País[2] recordando los años sesenta y setenta:
Entonces, la clave para las actividades de la oposición democrática al franquismo era la prensa extranjera, y fundamentalmente el Le Monde de José Antonio Novais. Los estudiantes, los sindicalistas de Comisiones, los católicos progresistas, los monárquicos antifranquistas, los falangistas disidentes, todos sabían que había que informar a José Antonio Novais para que las protestas alcanzaran el impacto político y para que las represalias del régimen se contuvieran en el umbral de la brutalidad. Salir en las crónicas de José Antonio Novais en Le Monde era adquirir condición de "no torturable".
[…] Novais era un periodista. Nunca quiso ser otra cosa. Por tanto, persona conflictiva e incordiante. Padeció la difamación a manos de la prensa oficial del franquismo, atenta a las consignas de sus dirigentes, luego travestidos de demócratas de toda la vida. José Antonio Novais los había amnistiado hace mucho tiempo.
En la misma fecha, Albert Manent escribía en La Vanguardia un artículo de opinión titulado “El duende periodista”[3] en el que se refería a Novais con estas palabras:
Durante casi 15 años fue una de las pesadillas del régimen franquista. Tenía corresponsales por toda España, y su crónica del diario parisino “Le Monde” era tan leída por la oposición como por los ministros. Estos le temían, e incluso le admiraban. Novais tenía la versatilidad y la magia de un duende. Aparecía en las ruedas de prensa oficiales y sus preguntas, igual que sus artículos, eran dardos envenenados, aunque envueltos en celofán. Al régimen le hubiera gustado procesarle, pero no se atrevió. Le retiraron el carnet de periodista y actuaba a través de un nombre de paja. Un portavoz oficial declaró sin ambages que Novais era “un miembro destacado de la oposición”.
Efectivamente, Novais publicó en Le Monde sus crónicas sobre España desde 1961, ya fallecido Rafael Zabaleta. Son tan numerosas que solamente a modo de ejemplo incluiré aquí la relativa al proceso judicial contra Dionisio Ridruejo, con quien Zabaleta tuvo una estrecha relación[4]. Corresponde a Le Monde de 23 de junio de 1964[5]:
Comenzó el juicio al escritor Dionisio Ridruejo ante un numeroso público
Por J.A. Novais
Madrid, 22 de junio. - ¿Podemos criticar las estructuras políticas y sociales del régimen del general Franco sin ir a la cárcel?
Esta es la pregunta que deberán responder los jueces del juzgado de orden público ante el que se ha iniciado en Madrid el juicio al poeta Dionisio Ridruejo, uno de los líderes de la oposición liberal, acusado del delito de propaganda ilícita. El fiscal solicitó que se condenara al señor Ridruejo a tres años de prisión y 200.000 pesetas de multa, mientras que el defensor exigió la absolución de su defendido. El poeta fue defendido por el profesor Ruiz Giménez, ex–ministro del general Franco, ex–embajador ante el Vaticano, ex–presidente de Pax Romana, actual director de la revista católica liberal Cuadernos para el diálogo.
Es conocida la personalidad del Sr. Ridruejo, así como su evolución desde el falangismo a la oposición, donde milita desde 1956, trabajando por la creación de un "partido social de acción democrática". En 1962 participó en la reunión del Movimiento Europeo en Munich, se exilió en Francia y, recientemente, cruzó clandestinamente la frontera para ponerse en manos de las autoridades españolas: el gobierno le había negado el pasaporte y él consideró por su parte que "todo español tiene derecho a vivir en su país, sea en la cárcel o en libertad".
La personalidad del defensor también es conocida. El profesor Ruiz Giménez es uno de los hombres que considera que es posible una evolución del régimen. Así pues, ante una sala llena de gente –donde se habían reunido intelectuales, profesores, diplomáticos– se abrió el juicio.
Pero, ¿cuál es en realidad el delito cometido por el señor Ridruejo, quien actualmente se encuentra en libertad bajo fianza? La fiscalía no presentó cargos en su contra por su participación en la reunión de Munich ni por su cruce clandestino de la frontera, sino por un libro publicado en Argentina y por dos artículos, uno enviado al diario Le Monde (ver Le Monde de 24 de abril de 1963) tras la ejecución del líder comunista Julián Grimau, el otro a la Revista Ibérica, publicado en Nueva York, artículos que constituirían "ataques a la seguridad del Estado en perjuicio de su crédito, prestigio o autoridad, o perjuicio de su intereses, o incluso ofender la dignidad de la nación española" (artículo 251 del Código Penal).[6]
¿Visitaba también Zabaleta a Novais en aquel otro domicilio que este tuvo en la calle de Alcalá? ¿Se reunía allí con “tirios y troyanos”? No lo podemos afirmar con certeza, pero lo que es indudable es que la dirección y el teléfono de Novais aparecen en su agenda. Es este otro indicio fiable de su relación con quienes tenían en España un claro compromiso político contra la dictadura, ese compromiso que el pintor fue también fortaleciendo desde los años 50.
Los otros tres “contactos” de Zabaleta en Madrid de los que hablo a continuación (Enrique Aláiz, José Gallego-Díaz y Pedro Garrigós), todos ellos ignorados en las biografías del pintor, son también significativos en el mismo sentido. Sus experiencias vitales sirvieron sin duda a Rafael para conocer una realidad muy distinta a la que se “vendía” desde los medios oficiales del Régimen y para compartir con ellos sus propias vivencias durante la guerra y la posguerra.
ENRIQUE ALÁIZ REGALES.
En la agenda de Zabaleta aparece esta otra entrada: «Enrique Alaiz Regales. Casanova 43. Libertad 15. Madrid, T. 241709»
Por el lugar que ocupa en la letra A de la agenda y las otras entradas de la misma página, debe corresponder a un contacto suyo de principios de los años 40, aunque pudiera remontarse incluso a sus años de estudiante en Madrid. Debió de ser un contacto continuado en el tiempo, ya que aparecen dos direcciones postales de Aláiz diferentes porque este debió cambiar de domicilio.
Enrique Aláiz Regales, nacido en Zaragoza el 9 de junio de1900, fue maestro titular del grupo escolar “Jaime Vera” de Madrid (Gaceta de Madrid 9-8-1936, pág. 1173), y en diciembre de 1937 figura como afiliado al Sindicato de la Enseñanza de Madrid (C.N.T – A.I.T.) con carné número 2. Tras la guerra civil, fue procesado por el Tribunal Militar Territorial Primero (Madrid, causa nº 32385). Escribió la novela “Estampas y mujeres” (Barcelona, Imprenta Layetana 1928), libro que ilustró Rafael Barradas (1890 - 1929), un pintor uruguayo de origen español impulsor de la “Sociedad de Artistas Ibéricos” (1924-1936), en la que Zabaleta estuvo muy interesado por lo que significaba de impulso de las vanguardias en España.
Para obtener más datos sobre Enrique Aláiz solicité el expediente de su proceso militar al Archivo Histórico del Ministerio de Defensa, que me respondió lo siguiente (30-12-2020): «Se ha recibido en este archivo solicitud de reproducción del sumario 32385 (legajo 6825), este expediente se encuentra en mal estado, por motivos de conservación no se puede reproducir ni consultarlo en la sala de este archivo».
JOSÉ GALLEGO-DÍAZ MORENO.
En la agenda de Zabaleta aparece esta otra entrada, que debe pertenecer a los años 50: «Jose Gallego Diaz. Alarcon 27. Madrid»
José Gallego-Díaz Moreno (Úbeda 1913 - Caracas 1965) fue ingeniero agrónomo, matemático, escritor y traductor. Comunista, fue Director General de Agricultura (1937 - 1939) en el Ministerio dirigido por Vicente Uribe. Como delegado provincial del Instituto de Reforma Agraria intervino en el acto del segundo aniversario del decreto del siete de Octubre de 1936[7], por el que se daba cobertura legal a las expropiaciones de fincas rústicas “pertenecientes a las personas que han intervenido en el movimiento insurreccional contra la República”. Durante la guerra civil fue miliciano de la columna Manglada. En 1937 publicó en ruso (en la URSS) sus investigaciones matemáticas sobre las ecuaciones integro-diferenciales de la fermentación alcohólica. Detenido tras la guerra, sufrió consejo de guerra del que salió absuelto, pero fue expulsado del Cuerpo de Ingenieros Agrónomos, por lo que se dedicó a dar clases. En 1942 obtuvo la licenciatura en Ciencias Exactas y en 1943 la licenciatura en Ciencias Químicas y el grado de doctor ingeniero agrónomo. Entre 1943 y 1945 fue profesor de Geometría Analítica y Cálculo de Probabilidades en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid. En 1945 obtuvo el Premio Extraordinario del doctorado en Ciencias Exactas. En 1955 logró la cátedra de Física General de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid y acabó siendo readmitido en el Cuerpo de Ingenieros del Estado. Tras las revueltas estudiantiles de 1956, que ocasionaron numerosas detenciones, se marchó a Estados Unidos, Puerto Rico y finalmente Venezuela. En Puerto Rico asistió (1960) a una exposición de Cristóbal Ruiz[8], sobre la que envió una crónica a la revista Vbeda. Profesor de universidad en Caracas desde 1964, murió en accidente de tráfico el 16 de febrero de 1965.
Rafael Zabaleta debió contactar con Gallego-Díaz a través de Salvador Robles Soler[9], ingeniero de montes con el que el pintor coincidió en la cárcel de Jaén en diciembre de 1939.
En la agenda de Rafael Zabaleta aparece, en la entrada correspondiente a José Gallego-Díaz, el símbolo que el pintor solía utilizar para indicar la venta de obras (un punto oscuro situado a la derecha), pero no indica ninguna venta a Gallego-Díaz en su relación autógrafa de obras. En un correo de 28-12-2020, su hija (la prestigiosa periodista Soledad Gallego-Díaz) me dijo: «recuerdo haber visto en mi casa, cuando era pequeña un cuadro de Rafael Zabaleta, un pintor que admiro, pero ni yo ni ninguna de mis hermanas o sobrinos lo tiene en la actualidad. Tampoco otra obra suya. Ignoro qué habrá sido del cuadro, pero en cualquier caso debió salir de mi casa antes de la muerte de mi padre, en los años 60. Lamentamos no poder darle más información».
PEDRO GARRIGÓS SEVILLA.
En la agenda de Zabaleta aparece esta otra entrada (en la misma página en la que figura José Gallego-Díaz), que debe pertenecer también a los años 50: «Pedro Garrigos Sevilla. Bravo Murillo 231. Madrid. T.342574».
Pedro Garrigós, nacido en Zamora en torno a 1890, ingresó por oposición en el Banco Hipotecario de Madrid en 1915 siendo, desde 1923, inspector técnico de fincas y jefe de Estadística del citado banco. Perteneció al Sindicato Autónomo de Banca y militó en Izquierda Republicana. Miembro de la masonería con el nombre simbólico de “Dostoyevsky”, perteneció a la logia “Mare Nostrum” de Madrid, donde alcanzó el grado 18. Durante la guerra civil se incorporó a la UGT y desde mediados de 1937 formó parte del Partido Comunista de España. Fue subdirector y jefe de Servicios Técnicos del Banco Hipotecario y delegado del Gobierno en el Banco de España. Finalizada la guerra fue detenido y, tras pasar por el campo de concentración de Albatera, el 14 de abril de 1939 ingresó en la cárcel de Orihuela, desde donde fue conducido a Madrid (13 de mayo de 1939)[10]. Condenado a la pena de muerte en consejo de guerra celebrado el 29 de mayo de 1940 en Madrid, le fue conmutada la pena por la inferior de 30 años el 31 de diciembre de ese mismo año. Cumplió la condena en las prisiones de Conde de Toreno y Comendadoras en Madrid y, desde el 5 de febrero a septiembre de 1941, en Valdenoceda (Burgos). Fue trasladado a Las Palmas de Gran Canaria como castigo por un plante que realizaron treinta y cuatro presos durante la misa del domingo de Resurrección en la Semana Santa. Trece de ellos (entre los que se encontraba Juan Antonio Gaya Nuño, amigo de Rafael Zabaleta), después de pasar unos meses en el penal de El Puerto de Santa María (Cádiz), llegaron a Canarias el 9 de octubre de ese año. Allí permaneció hasta febrero de 1943, fecha en que fue enviado a Burgos. Pasó a una prisión en Madrid el 8 de febrero de 1945. Fue trasladado al penal de El Dueso-Santoña (Santander) en junio de 1947, saliendo en libertad condicional el 26 de noviembre de ese año[11].
En la agenda de Rafael Zabaleta aparece, en la entrada correspondiente a Garrigós, el símbolo que el pintor solía utilizar para indicar la venta de obras (un punto oscuro situado a la derecha), pero, como en el caso de Gallego-Díaz, tampoco indica ninguna venta a Garrigós en su relación autógrafa de obras.
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Los contactos arriba expuestos pretenden ser solo algunos ejemplos de las relaciones personales que Rafael Zabaleta tuvo en Madrid con personas opuestas a la dictadura, de las que nunca hablaría en su pueblo natal –razón probablemente por la cual nunca aparecieron en sus biografías– pero que tendrían una influencia importante en la consolidación de su conciencia social y política.
[1] G. Cuartango, P.: «Novais tiene una calle». El Mundo, 9 de julio de 2016.
[2] Aguilar, M. A.: «Lo que debemos a Novais». El País, 26 de marzo de 1993.
[3] Manent, A.: «El duende periodista». La Vanguardia, 26 de marzo de 1993.
[4] Dionisio Ridruejo también aparece en la agenda de Zabaleta: «Dionisio Ridruejo. Narvaez 51. Madrid». Dionisio Ridruejo Jiménez (1912-1975) fue un escritor y político perteneciente a la generación del 36 o primera generación poética de posguerra. Miembro temprano de la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, durante la Guerra Civil fue responsable de Propaganda en el bando franquista. Fue voluntario de la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial; a su vuelta reprochó a Franco en una carta no apostar decididamente por el fascismo. Posteriormente acabaría experimentando una transición ideológica que le acabó situando en posiciones críticas con la dictadura franquista; a consecuencia de sus tensiones con el régimen fue encarcelado y llegó a exiliarse. Había fundado con Laín Entralgo la revista Escorial, en cuyos salones expuso Zabaleta en 1944. Posteriormente estuvo presente en varias exposiciones de Zabaleta y ambos participaron en el homenaje a Machado de Segovia (febrero de 1959), con motivo del cual Ridruejo publicó en Le Monde: «En commemorant l'anniversaire de la mort d'Antonio Machado l'elite intellectuelle espagnole manifeste contre Franco». Según se desprende de la relación autógrafa de obras del pintor, Zabaleta regaló a Ridruejo el óleo “Bodegón de la botella” (1948).
[5] Novais, J.A.: «Le procès de l'écrivain Dionisio Ridruejo s'est engagé devant un nombreux public ». Le Monde, 23 de junio de 1964. Traducción propia.
[6] Madrid, 22 juin. - Peut-on critiquer les structures politiques et sociales du régime du général Franco sans aller en prison ?
C'est la question à laquelle devront répondre les juges du tribunal d'ordre public devant lequel s'est engagé à Madrid le procès du poète Dionisio Ridruejo, un des dirigeants de l'opposition libérale, accusé du délit de propagande illégale. Le ministère public a demandé que M. Ridruejo soit condamné à une peine de prison de trois ans et à une amende de 200 000 pesetas, tandis que le défenseur réclamait l'acquittement de son client. Le poète a été défendu par le professeur Ruiz Gimenez, ex-ministre du général Franco, ex-ambassadeur auprès du Vatican, ancien président de Pax Romana, actuellement directeur de la revue catholique libérale Cahiers pour le dialogue.
La personnalité de M. Ridruejo est bien connue, de même que son évolution depuis le phalangisme jusqu'à l'opposition, où il milite depuis 1956, travaillant à la création d'un " parti social d'action démocratique ". En 1962 il participe à la réunion du Mouvement européen de Munich, s'exile en France et, récemment, passe clandestinement la frontière pour se remettre entre les mains des autorités espagnoles : le gouvernement avait refusé de lui accorder son passeport et il considérait pour sa part que " tout Espagnol a le droit de vivre dans son pays, que ce soif en prison ou en liberté ".
La personnalité du défenseur est, elle aussi, bien connue. Le professeur Ruiz Gimenez est l'un des hommes qui considèrent qu'une évolution du régime est possible. C'est donc devant une salle bondée - où s'étaient donné rendez-vous intellectuels, professeurs, diplomates - que s'est ouvert le procès.
Mais quel est en réalité le délit commis par M. Ridruejo, qui se trouve actuellement en liberté provisoire ? Le ministère public n'a présenté aucune accusation contre lui pour sa participation à la réunion de Munich ou pour son passage clandestin de la frontière, mais pour un livre publié en Argentine et pour deux articles, l'un envoyé au journal le Monde (voir le Monde du 24 avril 1963) à la suite de l'exécution du leader communiste Julian Grimau, l'autre à la revue Iberica, publiée à New-York, articles qui constitueraient " des atteintes à la sûreté de l'Etat portant préjudice à son crédit, à son prestige ou à son autorité, ou nuisent à ses intérêts, ou encore offensent la dignité de la nation espagnole " (article 251 du code pénal).
[7] Mundo Obrero nº 884, pág. 1, 6 de octubre de 1938; Mundo Obrero nº 886, págs. 1-2, 8 de octubre de 1938.
[8] Cristóbal Ruiz Pulido (Villacarrillo, 1881 – Ciudad de México, 1962) fue un pintor con el que Zabaleta coincidió en Valencia en 1937 y con el que allí solía reunirse en el Ideal-Room. Es bien conocido por obras como los retratos de Antonio Machado y de Pau Casals. En 1938, Cristóbal Ruiz se exilió en Nueva York, Puerto Rico y México. El Museo Zabaleta de Quesada (Jaén) muestra una obra suya, realizada cuando era profesor en la Escuela de Artes de Úbeda.
[9] Salvador Robles Soler (1891-1978), ingeniero de montes militante del PCE, el 3 de diciembre de 1938 fue nombrado por el Ministro Vicente Uribe Delegado en Jaén y Córdoba del Ministerio de Agricultura (Gaceta de la República, 4-12-1938). Tras la guerra se le condenó (13-2-1940, procedimiento sumarísimo de urgencia nº 43102) a doce años y un día de reclusión por el delito de auxilio a la rebelión, pena que le fue conmutada por la de seis años y un día de prisión mayor, aunque fue puesto en libertad el 30 de junio de 1941 tras el sobreseimiento definitivo de las actuaciones. En la agenda personal de Rafael Zabaleta figuran (4ª entrada de la letra R, y por ello perteneciente a principios de los años 40) la dirección y el teléfono en Madrid de Salvador Robles Soler, lo que demuestra que la amistad entre ambos continuó en la posguerra.
[10] Fuente: Archivo Histórico Provincial de Alicante. Legajo 12585 / IP-77.
[11] Fuente: Fundación Pablo Iglesias.
Esa agenda vale su peso en oro. Entras en ella con un bisturí y unas pinzas de disección para saturar tejidos y cerrar heridas. Muy interesantes todas estas personas que aparecen en la agenda de Zabaleta.
ResponderEliminarGracias, amigo. Me alegra que te haya interesado.
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